Pasión de sábado

Muchos habrán escuchado de aquellas personas enamoradas del amor. Creo que determinados sentimientos son las drogas mas fuertes para el ser humano. Hay gente que necesita de emociones fuertes para sentir adrenalina, y particularmente, yo soy un apasionado por la pasión.

Uno de los motivos por los que me gusta emprender, es porque precisamente me provoca pasión hacerlo. Y al ser un apasionado de los sentimientos que produce en mí, cada vez que se me presenta una aventura nueva, una idea, una propuesta de hacer algo nuevo, una nueva llama se prende, me brillan los ojos y empiezo a sentir cierta adrenalina.

La vida es una consecución de eventos conocidos, rutinarios, y todos nos imaginamos lo que haremos día a día, semana a semana. Sin embargo, de vez en cuando la vida nos presenta cambios que nos mueven de nuestras estructuras, y en mi caso, eso es cada proyecto o idea que se me presenta. Al no querer llevar una vida rutinaria, esos eventos son los que hacen que me levante con pasión por hacer. Cuando se plantea un nuevo desafío es que nuestros parámetros para medir la vida cambian, y nuestras rutinas se ven modificadas, a la vez que nuestros modelos mentales se ven comprometidos por situaciones inéditas y se genera un aceleramiento que nos estresa, a la vez que si sabemos manejarlo, nos hace sentir mas vivos que de costumbre.

Si bien emprender es lo que me produce pasión, también pueden existir pequeños cambios que no necesariamente son tan disruptivos sino que modifican de cierta forma nuestra manera de pensar, haciéndonos observar las cosas con un ligero cambio de perspectiva, y abriendo nuevos caminos, generando también esa sensación que tanta adicción me produce. Precisamente de ello habla el video que les dejo, donde se puede observar un pequeño cambio en algo cotidiano que modifica completamente el paradigma de una acción realizada automáticamente desde que tenemos memoria. Cuando vi este video, algo cambió en mi cabeza, y reflexioné sobre la hipótesis de que un aleteo de una mariposa en un lugar del mundo puede producir una tormenta en otro lado.