Hacer del fracaso un éxito, y viceversa

¿Se acuerdan hace un tiempo cuando hablé sobre Evan Williams y conté como el había fundado Blogger, se había casi fundido para luego sobrevivir y vender la compañía que hostea este blog a nuestro amigo Google por millones de dólares? Él pudo sobrevivir a un fracaso rotundo, bancarse juicios de parte de sus coequipers, mantener una idea funcionando a pesar de tener todo en contra, para luego encontrarse con el éxito. Y eso fue solo el comienzo de una historia. Para aquellos interesados, pueden googlear el nombre de Evan Williams y enterarse que luego de esa experiencia, de pasar por las filas de la empresa del buscador, e intentar nuevos emprendimientos, se convirtió en uno de los fundadores de una de las empresas vedette del momento.

No pretendo que todos nos midamos con la misma vara, dado que algunos están iluminados y tienen una visión y una creatividad que pocos poseen y pueden revolucionar el mundo una y otra vez.

Pero dentro de nuestro mundillo y nuestro círculo inmediato de influencia, dependiendo de nuestras propias capacidades, podemos pasar del cielo al infierno y viceversa con muy poco. Sabemos que emprender en países como Argentina puede ser una tarea ardua, y que muchas veces se trata de sobrevivir a los distintos obstáculos que se presentan mas que desarrollar un negocio y escribir la propia historia. En base a eso, es que observamos como distintos emprendedores han pasado de momentos de quiebra a nadar en la abundancia de la noche a la mañana, para luego volver al punto inicial en un abrir y cerrar de ojos.

Mas de una vez he conversado con gente en mis equipos sobre la posibilidad de cometer errores y mi speech siempre se mantendrá igual: mientras uno pueda manejar los inconvenientes, equivocarse es provechoso, siempre y cuando uno no tropiece mas de una o dos veces con la misma piedra y se puedan capitalizar esos errores, para aprender y ser mejores personas. Creo que ese concepto se aplica a todo en la vida, no solamente a los negocios o las tareas técnicas. Si uno puede capitalizar los errores, aprender, madurar y crecer, revertir las situaciones no terminales puede ser una cuestión de perseverancia y de aplicar lo mejor de uno.

No me engaño, sé que no todo en la vida es tan lineal como solo visualizar algo y que por ende eso se conretará. Pero de seguro todo va a ser mas fácil si al menos cometemos menos errores por lo aprendido previamente, o si por lo menos sabemos escuchar a quien ya cometió los errores antes. Por suerte, ya hice muchas cosas mal (algunos dirían que demasiadas) y de seguro voy a cometer muchos errores mas aún, con lo cual espero ser un anciano sabio algún día.

El haber recorrido tanto camino tan rápido es un arma de doble filo, porque por un lado uno quema etapas, y se choca con paredes sin siquiera darse cuenta, y muchas veces las situaciones te pasan por arriba. También es cierto que de esa manera, uno cae mucho mas rápido, porque los errores que comete vienen tan velozmente que hundirse es una cuestión de momentos, en contraposición con esas personas que sobreanalizan las situaciones y caen lentamente, no sin antes haber medido la altura de la caída. Sin embargo, también creo que la subida puede ser vertiginosa, y que se necesita solo un instante para pasar de estar tres goles en contra a estar goleando al final del partido, solo hay que saber capitalizar las situaciones que se presentan, y para poder reconocerlas uno tiene que haberse perdido muchas otras.

En este momento de mi vida me encuentro con personas que me preguntan sobre Venture Capitals, sobre programas del GCBA para emprendedores, sobre inversores en Argentina o simplemente sobre como armar un Plan de Negocios. Eso obviamente que es un orgullo para mí, porque tengo la oportunidad de brindarles algo muy preciado, lo que aprendí a los golpes. Sé que mucha gente no se acerca a mí por la plata (porque seamos honestos, no la tengo :P), sino porque les puedo contar sobre mis errores, y eso me demuestra que pude adquirir algo de sabiduría, con lo cual quizás pueda cumplir mi sueño de ser un anciano con algo de conocimiento.

Pasar del éxito al fracaso, o del fracaso al éxito es solo cuestion de segundos, y creo que está atado realmente a la capacidad de capitalizar nuestras experiencias. Es verdad que existen factores situacionales, pero de acuerdo a lo que hayamos aprendido en el recorrido los podremos manejar de mejor o peor manera. Solo absorbiendo experiencias propias y ajenas seremos reales dueños de nuestro destino.

Comments

Popular Posts