Bloqueo

Las últimas dos semanas tuve un bloqueo de escritor. Después de meterme en algo tan personal como el post anterior, y de haber vivido unos días complicados, me bajó toda la situación y me vi imposibilitado de escribir algo aceptable.

Para que se den una idea, luego de todo lo vivido me engripé. Me bajaron las defensas que tuve altas durante tantos días y me sentí muy mal físicamente durante mas de una semana. Se vé que el cuerpo sincroniza los momentos.

Recién esta semana siento que todo tiene que volver a empezar. Si bien uno tiene que cuidarse también debe seguir avanzando, porque el mundo no nos espera. Si uno no quiere estancarse y vivir en el pasado, congelado, debe seguir haciendo, de a poquito al comienzo, y tomando velocidad luego.

El otro día, comentando un poco una situación con un programador, y también algunas respuestas o la falta de ellas de algunos chicos que están buscando trabajo, una persona muy cercana a mí me preguntó como podía ser que todavía tuviese energía para ayudar al prójimo, e intentar modificar aunque sea un poco la realidad alrededor mío, cuando muchas de esas personas a las que intento ayudar ni siquiera se esfuerzan por sí mismos.

Debo admitir que detenerme a pensar eso me movió un poco mis creencias, ideales y principios. Esa noche no quería saber nada con reunirme al día siguiente para seguir diagramando proyectos sociales. Sin embargo, me dije a mí mismo que el día que sienta que no puedo ayudar a mejorar la realidad será el día en que haya depuesto las armas. Será el día que no valga la pena seguir en este mundo.

Sé que hay mucha gente que ve como moneda corriente el no interesarse por el de al lado, y asimismo yo he pasado por trabajos y situaciones en las cuales el otro no cuenta; pero precisamente por haber pasado por eso es que me doy cuenta que una vez que uno pierde esa preocupación social es que no hay vuelta atrás. No digo que sea fácil hacerlo todos los días, pero tampoco creo que uno no deba hacer nada. Cada pequeño aporte genera un cambio gigante.

Uno puede elegir a quien ayudar, pero no hay que bajar los brazos y pensar que todo y todos están perdidos. Si al menos podemos cambiar la realidad de una persona, habrá valido el esfuerzo.

Habiendo salido un poco de mi letargo, espero que estas palabras hayan servido al menos para dejarlos pensando 30 segundos. Espero volver a tomar ritmo en los próximos días.

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