Un poco de historia
El fin de semana me encontré discutiendo con un primo segundo sobre el asistencialismo, la necesidad del mismo y las posibilidades de crecimiento de la gente.
La mayor sorpresa se dió cuando él me dijo que yo había podido estudiar y alcanzar cierto nivel intelectual porque provenía de una familia de clase media. No podía creer que pareciera que la gente ve el presente y el pasado nunca existió como para justificar un crecimiento personal. De ahí que dos días después dí una charla en el curso de Comunidad IT contando un poco mi historia y el por qué de mi rigidez sobre determinados temas como el esfuerzo para alcanzar logros.
Les cuento que cuando yo nací, mi familia vivía en un dos ambientes en Almagro, en un tercer piso por escalera, primera vivienda de mis viejos. Eramos 4 personas ahí. Mi viejo de joven trabajo de taxista, y mi vieja, se dedicaba a la docencia. Tiempo después que nací nos mudamos a unos monoblocks de Parque Patricios, a un tres ambientes, con dinero prestado que mis viejos devolvieron con trabajo y esfuerzo. Nunca nadie les regalo nada.
Mi viejo fue autodidacta en la computación, sin tener educación formal mas allá de pocas materias en la universidad, que abandonó rápidamente. Mi vieja cuando yo ya tenia 12 años se quedó sin trabajo y tuvo que empezar con su profesión desde cero. Lo que mas agradezco de mis padres no es alguna cosa material que me hayan dado, sino que me inculquen que el esfuerzo está por sobre todas las cosas, y se realiza por uno mismo, no por un premio o por otros. Gracias a eso me rompí el lomo en el secundario, y gracias a eso me esforcé para terminar mi carrera en Exactas. Siempre recibí como mensaje que tenia que ser la mejor versión de mi que pudiese ser, y así es como decido vivir mi vida cada día.
Es por eso que cuando estoy dictando una clase, y siento que los alumnos piensan que uno les debe algo, mas allá del esfuerzo y la voluntad para transmitir el conocimiento, me enojo en demasía. No es la primera vez que alguien en este país, como en tantos otros, piensan que los que consiguen un poco mas tienen la obligación moral de regalarlo, solo por el hecho de que el otro tiene NECESIDAD. En nombre de la necesidad se cometen errores atroces. En nombre de la necesidad se emplea el asistencialismo como método de manutención de la población, en vez de desarrollar herramientas de educación eficientes que generen un mejoramiento cualitativo de la mente de la gente. Uno empieza a preguntarse si no hay algún motivo por el cual en vez de educación y ayudar a que la gente sea autosustentable se brindan infinitos subsidios que generan dependencia de la población para con el gobernante de turno.
Entre las cosas en las que no puedo considerarme flexible es en creer que existe una necesidad real de generar dependencia de la sociedad para con un gobierno, cuando este último debiera tener como objetivo el crecimiento y desarrollo real de los habitantes. Como aporta brindar un subsidio para terminar la secundaria durante 10 años a un chico, encima sin ejercer controles reales para su seguimiento por falta de fondos para abarcar una población tan grande? Cuando invertirá la clase gobernante en políticas educativas de fondo y en transmitir a los jóvenes que haciendo un esfuerzo pueden cambiar su realidad, y que un futuro es posible si se rompen el alma?
Algunos me tildarán de naive, de que quizás las soluciones que planteo son poco prácticas pero de lo que estoy seguro es que las soluciones sencillas que plantean hoy día, que son tirarle plata a los problemas, tampoco parecen producir un cambio real positivo, sino lo contrario. Cuando una persona siente que otra le debe, solo por el hecho de que por derecho divino uno debe recibir, significa que el camino recorrido no incluye ni el amor por el esfuerzo, ni por los valores, ni por principios, ni por la razón. Algo mal se está haciendo...
La mayor sorpresa se dió cuando él me dijo que yo había podido estudiar y alcanzar cierto nivel intelectual porque provenía de una familia de clase media. No podía creer que pareciera que la gente ve el presente y el pasado nunca existió como para justificar un crecimiento personal. De ahí que dos días después dí una charla en el curso de Comunidad IT contando un poco mi historia y el por qué de mi rigidez sobre determinados temas como el esfuerzo para alcanzar logros.
Les cuento que cuando yo nací, mi familia vivía en un dos ambientes en Almagro, en un tercer piso por escalera, primera vivienda de mis viejos. Eramos 4 personas ahí. Mi viejo de joven trabajo de taxista, y mi vieja, se dedicaba a la docencia. Tiempo después que nací nos mudamos a unos monoblocks de Parque Patricios, a un tres ambientes, con dinero prestado que mis viejos devolvieron con trabajo y esfuerzo. Nunca nadie les regalo nada.
Mi viejo fue autodidacta en la computación, sin tener educación formal mas allá de pocas materias en la universidad, que abandonó rápidamente. Mi vieja cuando yo ya tenia 12 años se quedó sin trabajo y tuvo que empezar con su profesión desde cero. Lo que mas agradezco de mis padres no es alguna cosa material que me hayan dado, sino que me inculquen que el esfuerzo está por sobre todas las cosas, y se realiza por uno mismo, no por un premio o por otros. Gracias a eso me rompí el lomo en el secundario, y gracias a eso me esforcé para terminar mi carrera en Exactas. Siempre recibí como mensaje que tenia que ser la mejor versión de mi que pudiese ser, y así es como decido vivir mi vida cada día.
Es por eso que cuando estoy dictando una clase, y siento que los alumnos piensan que uno les debe algo, mas allá del esfuerzo y la voluntad para transmitir el conocimiento, me enojo en demasía. No es la primera vez que alguien en este país, como en tantos otros, piensan que los que consiguen un poco mas tienen la obligación moral de regalarlo, solo por el hecho de que el otro tiene NECESIDAD. En nombre de la necesidad se cometen errores atroces. En nombre de la necesidad se emplea el asistencialismo como método de manutención de la población, en vez de desarrollar herramientas de educación eficientes que generen un mejoramiento cualitativo de la mente de la gente. Uno empieza a preguntarse si no hay algún motivo por el cual en vez de educación y ayudar a que la gente sea autosustentable se brindan infinitos subsidios que generan dependencia de la población para con el gobernante de turno.
Entre las cosas en las que no puedo considerarme flexible es en creer que existe una necesidad real de generar dependencia de la sociedad para con un gobierno, cuando este último debiera tener como objetivo el crecimiento y desarrollo real de los habitantes. Como aporta brindar un subsidio para terminar la secundaria durante 10 años a un chico, encima sin ejercer controles reales para su seguimiento por falta de fondos para abarcar una población tan grande? Cuando invertirá la clase gobernante en políticas educativas de fondo y en transmitir a los jóvenes que haciendo un esfuerzo pueden cambiar su realidad, y que un futuro es posible si se rompen el alma?
Algunos me tildarán de naive, de que quizás las soluciones que planteo son poco prácticas pero de lo que estoy seguro es que las soluciones sencillas que plantean hoy día, que son tirarle plata a los problemas, tampoco parecen producir un cambio real positivo, sino lo contrario. Cuando una persona siente que otra le debe, solo por el hecho de que por derecho divino uno debe recibir, significa que el camino recorrido no incluye ni el amor por el esfuerzo, ni por los valores, ni por principios, ni por la razón. Algo mal se está haciendo...
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