Still Here
Sé que pasaron varios días desde mi último post, pero realmente se hace difícil volcar pensamientos y sensaciones en un estado de somnolencia constante. Me recuerda de mis épocas universitarias (la primera de ellas) cuando pasábamos semanas enteras durmiendo en total menos de 12 horas, entre trabajos prácticos, exámenes, mates y conversaciones de las cuales nacen muchos de mis amigos actuales.
En el medio de esta vorágine dedique varias horas a mantenerme en estado físico para aguantar la misma, a la vez que leía un libro que nunca pensé me atraparía como lo hace. Leer La Rebelión de Atlas me está volando la cabeza como pocas cosas lo han hecho. Me genera una mezcla de ansiedad por seguir leyendo, y asco e indignación por la situación planteada.
El libro se escribió en la década del 50, describiendo una realidad alternativa e hipotética que toda coincidencia con la realidad Argentina actual, es pura coincidencia. La historia relata un mundo en el cual la gente que hace avanzar la humanidad va desapareciendo misteriosamente a la sombre de una cantidad de vividores y políticos que plantean, por ejemplo, que alguien que inventa o descubre algo importante debe pedir perdón a los demás por hacerlos sentir miserables por no haberlo descubierto ellos, y donde generar ingresos en base al trabajo es mal visto dado que el bienestar social sin realizar esfuerzo alguno está por sobre todas las cosas.
Cuanto mas leo, mas ganás de seguir tengo (son 1200 páginas) y mas indignado me siento al darme cuenta que el fiel reflejo de nuestra sociedad fue descripto como una ficción inimaginable 60 años atrás en Estados Unidos.
¿Cuándo fue que emprender e intentar generar en base al trabajo se convirtió en algo de "giles"?¿Por qué se convirtipó en moda vivir de planes sociales y de un "estado de bienestar" ficticio creado por el Estado? Obviamente que las respuestas se encuentran en el clientelismo y la demagogia, pero ¿cómo fue que nos convertimos en un mundo que 60 años atrás solo existía en la imaginación de un escritor?
Lo bueno es que en el libro, por lo menos hasta donde leí, existen personajes dedicados a luchar contra esa desidia y no se resignan a ver caer el mundo en un espiral de retroceso hacia épocas de antaño, como si los avances de la humanidad nunca hubiesen existido. No sé si finalmente lograrán su cometido en su lucha pero al menos es interesante ver su esfuerzo, y me deja pensando que no todo está perdido mientras se siga intentando. Bajar los brazos no es el único final posible.
Si alguien sabe el final, no me lo cuente, y si alguien no leyó el libro, se los recomiendo, porque hará que su imaginación pinte vívidas imágenes y que tracen paralelismos de los cuales pocas veces fueron tan conscientes. Y ante todo, espero que se sientan representados por aquellos personajes que siguen empujando y sosteniendo el mundo, como Atlas, pero que si se sienten como el otro grupo, puedan accionar al respecto.
En el medio de esta vorágine dedique varias horas a mantenerme en estado físico para aguantar la misma, a la vez que leía un libro que nunca pensé me atraparía como lo hace. Leer La Rebelión de Atlas me está volando la cabeza como pocas cosas lo han hecho. Me genera una mezcla de ansiedad por seguir leyendo, y asco e indignación por la situación planteada.
El libro se escribió en la década del 50, describiendo una realidad alternativa e hipotética que toda coincidencia con la realidad Argentina actual, es pura coincidencia. La historia relata un mundo en el cual la gente que hace avanzar la humanidad va desapareciendo misteriosamente a la sombre de una cantidad de vividores y políticos que plantean, por ejemplo, que alguien que inventa o descubre algo importante debe pedir perdón a los demás por hacerlos sentir miserables por no haberlo descubierto ellos, y donde generar ingresos en base al trabajo es mal visto dado que el bienestar social sin realizar esfuerzo alguno está por sobre todas las cosas.
Cuanto mas leo, mas ganás de seguir tengo (son 1200 páginas) y mas indignado me siento al darme cuenta que el fiel reflejo de nuestra sociedad fue descripto como una ficción inimaginable 60 años atrás en Estados Unidos.
¿Cuándo fue que emprender e intentar generar en base al trabajo se convirtió en algo de "giles"?¿Por qué se convirtipó en moda vivir de planes sociales y de un "estado de bienestar" ficticio creado por el Estado? Obviamente que las respuestas se encuentran en el clientelismo y la demagogia, pero ¿cómo fue que nos convertimos en un mundo que 60 años atrás solo existía en la imaginación de un escritor?
Lo bueno es que en el libro, por lo menos hasta donde leí, existen personajes dedicados a luchar contra esa desidia y no se resignan a ver caer el mundo en un espiral de retroceso hacia épocas de antaño, como si los avances de la humanidad nunca hubiesen existido. No sé si finalmente lograrán su cometido en su lucha pero al menos es interesante ver su esfuerzo, y me deja pensando que no todo está perdido mientras se siga intentando. Bajar los brazos no es el único final posible.
Si alguien sabe el final, no me lo cuente, y si alguien no leyó el libro, se los recomiendo, porque hará que su imaginación pinte vívidas imágenes y que tracen paralelismos de los cuales pocas veces fueron tan conscientes. Y ante todo, espero que se sientan representados por aquellos personajes que siguen empujando y sosteniendo el mundo, como Atlas, pero que si se sienten como el otro grupo, puedan accionar al respecto.
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