Tiempo al tiempo tengo que esperar

Ya está, definitivamente estoy jugado en mi cuarta década de vida, feliz de lo aprendido y con todas las expectativas por lo que me queda aprender y vivir.

Sin embargo...como vuela el tiempo!!!. Ayer buscando entre cosas mías en la casa de mis viejos encontré varias entradas a recitales (no fui a muchos, debo admitir) a los que fui hace tantos años. La que mas me sorprendió encontrar, y mas aún por el estado prístino del papel, fue la de Paul McCartney del 12 de Diciembre de 1993, recital al que fui con quien ahora es mi socio y al cual no vi durante 15 años o mas, hasta el reencuentro.

Cuando uno se pone a pensar cual fue el camino que lo llevó desde su primera infancia, los juegos con compañeritos, la imaginación para sobrellevar el rato, el patear la pelota contra un paredón en los monoblocks de Parque Patricios, hasta el día de hoy, donde uno intenta no parar de aprender y absorber nuevas experiencias, es increíble como uno crece y las pequeñas decisiones que nos traen hasta acá.

Lo mas loco de todo, es que todos los días termino pensando en que no tuve tiempo suficiente para terminar lo que debía, y me acuesto esperando el momento de despertar para seguir con la vorágine diaria, para terminar lo empezado y estar a la altura de lo que uno espera de si mismo. ¿Cómo pretendemos que la vida no se pase volando si no podemos sentarnos a disfrutar aunque sea unos minutos y admirar ese crecimiento y aprendizaje? Si uno desea tanto que el tiempo pase para poder hacer todo lo comprometido, probablemente ese deseo se haga realidad hasta que seamos mayores y cambiemos ese deseo por uno de haber disfrutado mas nuestras vidas.

Siempre digo que lo mas importante es que no quede nada en el tintero, que demos el 110% todos los días y de esa manera no tendremos de que arrepentirnos. Pero creo que también debo aclarar que eso no significa vivir con un sentido de urgencia auto impuesto. Existe una frase que reza: "The Journey is the Reward" (Damián la habrá leído en el libro de Jobs, pero no es de autoría del señor, solo la usaba), y nunca mejor utilizada para describir por contraste la presente situación de la mayoría de nosotros. ¿Cuántos vemos el día a día como una consecución de aprendizajes y logros personales así como también momentos de felicidad y de los otros, pero experiencias al fin? ¿Cuántos de nosotros vemos nuestros días solamente como un medio para el fin, y sufrimos nuestros momentos despiertos (y a veces los momentos en que dormimos, también)?

Uno debe hacer cosas en la vida: trabajar, estudiar, hobbys, estar con los afectos, estar con amigos. Pero no solamente debemos hacer las cosas porque sí, sino estar conscientes de lo que hacemos, disfrutarlo y realmente vivir las experiencias. Una experiencia no es solamente algo que consideramos nuevo, o hacer alguna locura, sino que cada momento es único y nuevo, y debemos vivirlo como tal, sabiendo que cada cosa nos deja algo especial y que debe ser valorada como corresponde.



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