Lunes otra vez...sobre la ciudad
Que problema para escribir un título y ni que hablar un post un lunes a las 9,45am. Sin embargo, luego de leer la catarata de comentarios de mi amigo Chelo me sentí motivado a escribir un poco mas hoy.
Este año me puse como objetivo leer mucho, de todo un poco. Pero debo admitir que preponderó, por sobre todas las cosas, la lectura sobre liderazgo, sobre historias de distintos personajes (líderes políticos, emprendedores, etc), y a pesar de la carga horaria que estoy llevando, voy por mi sexto libro del tema. Creo que estoy batiendo mis records históricos, aún contando la época de facultad donde debiera haber leído un poco mas.
Ha sido un año de cambios muy fuertes, empezando a convivir con otra persona, pasando de trabajar en relación de dependencia a ser emprendedor y depender de uno mismo para vivir, empezando finalmente mi tan demorado doctorado, aprendiendo a ser tío, hijo, hermano, sobrino, etc y empezando a ver que hay civilización mas allá de las fronteras de la isla que es uno.
Los 30 me llegaron con muchas ansias de aprendizaje. No es algún tipo de crisis que me hizo tomar un camino místico de auto superación, ni que tuve algún tipo de revelación fantasmal o quiebre personal que me llevó a patear el tablero, sino la realización del propio estado. Es un camino arduo empezar a notar el estancamiento personal y comenzar a girar la rueda para seguir creciendo. Fue una de las cosas que leí en uno de los libros de Jim Collins (fue mi quinto libro del año, así que ya había empezado) y que me di cuenta estaba haciendo inconscientemente. En una frase él comenta que las grandes empresas no se hacen de la noche a la mañana, en un momento de iluminación, sino que comienzan dando pequeños empujoncitos a la rueda, tomando velocidad, hasta que la misma comienza a girar y uno solo debe seguir manteniéndola. Uno nunca sabe si fue el primer, el segundo, o el tercer empujón el que ocasionó el movimiento, sino que luego se da cuenta que la consecución de los mismos lo originó.
De igual manera, en otro libro que estoy leyendo, se menciona el mito de que toda gran empresa nace de una gran idea, o un gran líder, para luego ser desmentidos mostrando ejemplos como HP, donde Bill Hewlett y David Packard, cuando comenzaron, no tenían idea de que fabricar y vender, solo eran dos ingenieros electrónicos que sabían que querían trabajar juntos, y así durante años construyeron distintos equipos para sobrevivir, hasta que lograron vender 10 osciloscopios a Disney para la creación de Fantasía. También se menciona la historia de 3M, originalmente una empresa minera, que estaba casi en la bancarrota y se dedicó a fabricar papel lija para sobrevivir. Estos son meros ejemplos de que uno no requiere de una epifanía para torcer el rumbo e intentar algo nuevo, solamente la voluntad de hacerlo.
Los cambios no son fáciles, y comenzar algo nuevo ciertamente que es atemorizante. Cada día me levanto pensando como hacer para sacar todo adelante, y cada día me convenzo de que el camino es el correcto y que en determinadas situaciones se debe avanzar día a día, porque a veces ver el camino completo puede paralizarnos por nuestros temores. La incertidumbre nos puede frenar en seco e intentar agarrarnos de lo mas seguro, y les puedo asegurar que muchas veces también tendrán que luchar contra la gente que los quiere que tendrá suficientes temores por ellos y ustedes juntos, intentando hacerlos entrar en razón y desertar.
Siempre habrá muchos puntos de prueba de su voluntad, sin importar lo que encaren, pero abandonar solo los llenará de arrepentimientos, mientras que intentar y fracasar los llenará de enseñanzas.
Este año me puse como objetivo leer mucho, de todo un poco. Pero debo admitir que preponderó, por sobre todas las cosas, la lectura sobre liderazgo, sobre historias de distintos personajes (líderes políticos, emprendedores, etc), y a pesar de la carga horaria que estoy llevando, voy por mi sexto libro del tema. Creo que estoy batiendo mis records históricos, aún contando la época de facultad donde debiera haber leído un poco mas.
Ha sido un año de cambios muy fuertes, empezando a convivir con otra persona, pasando de trabajar en relación de dependencia a ser emprendedor y depender de uno mismo para vivir, empezando finalmente mi tan demorado doctorado, aprendiendo a ser tío, hijo, hermano, sobrino, etc y empezando a ver que hay civilización mas allá de las fronteras de la isla que es uno.
Los 30 me llegaron con muchas ansias de aprendizaje. No es algún tipo de crisis que me hizo tomar un camino místico de auto superación, ni que tuve algún tipo de revelación fantasmal o quiebre personal que me llevó a patear el tablero, sino la realización del propio estado. Es un camino arduo empezar a notar el estancamiento personal y comenzar a girar la rueda para seguir creciendo. Fue una de las cosas que leí en uno de los libros de Jim Collins (fue mi quinto libro del año, así que ya había empezado) y que me di cuenta estaba haciendo inconscientemente. En una frase él comenta que las grandes empresas no se hacen de la noche a la mañana, en un momento de iluminación, sino que comienzan dando pequeños empujoncitos a la rueda, tomando velocidad, hasta que la misma comienza a girar y uno solo debe seguir manteniéndola. Uno nunca sabe si fue el primer, el segundo, o el tercer empujón el que ocasionó el movimiento, sino que luego se da cuenta que la consecución de los mismos lo originó.
De igual manera, en otro libro que estoy leyendo, se menciona el mito de que toda gran empresa nace de una gran idea, o un gran líder, para luego ser desmentidos mostrando ejemplos como HP, donde Bill Hewlett y David Packard, cuando comenzaron, no tenían idea de que fabricar y vender, solo eran dos ingenieros electrónicos que sabían que querían trabajar juntos, y así durante años construyeron distintos equipos para sobrevivir, hasta que lograron vender 10 osciloscopios a Disney para la creación de Fantasía. También se menciona la historia de 3M, originalmente una empresa minera, que estaba casi en la bancarrota y se dedicó a fabricar papel lija para sobrevivir. Estos son meros ejemplos de que uno no requiere de una epifanía para torcer el rumbo e intentar algo nuevo, solamente la voluntad de hacerlo.
Los cambios no son fáciles, y comenzar algo nuevo ciertamente que es atemorizante. Cada día me levanto pensando como hacer para sacar todo adelante, y cada día me convenzo de que el camino es el correcto y que en determinadas situaciones se debe avanzar día a día, porque a veces ver el camino completo puede paralizarnos por nuestros temores. La incertidumbre nos puede frenar en seco e intentar agarrarnos de lo mas seguro, y les puedo asegurar que muchas veces también tendrán que luchar contra la gente que los quiere que tendrá suficientes temores por ellos y ustedes juntos, intentando hacerlos entrar en razón y desertar.
Siempre habrá muchos puntos de prueba de su voluntad, sin importar lo que encaren, pero abandonar solo los llenará de arrepentimientos, mientras que intentar y fracasar los llenará de enseñanzas.
Muy buen post!!!
ReplyDelete