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La semana pasada cumplí un año mas, y debo admitir que no fue sin cierta nostalgia, porque para los que no saben, fue mi último cumple como residente argentino (por lo menos por ahora, uno nunca sabe las vueltas de la vida).
Finalmente, luego de mucha meditación familiar, en unos meses nos vamos a estar radicando en Canadá.
Les puedo asegurar que no fue una decisión fácil contra todos los que piensan que los que nos quejamos debiéramos irnos del país. En estos meses muchas cosas pasaron por mi cabeza. Existieron los típicos comentarios:
Finalmente, luego de mucha meditación familiar, en unos meses nos vamos a estar radicando en Canadá.
Les puedo asegurar que no fue una decisión fácil contra todos los que piensan que los que nos quejamos debiéramos irnos del país. En estos meses muchas cosas pasaron por mi cabeza. Existieron los típicos comentarios:
- Ahí no tendrás a tu familia y amigos
- Vas a ir a cagarte de frío
- Y ya me reenviaron como 3 o 4 veces este video:
A ver si puedo explicarme un poco mejor. Me duele en el alma dejar mi país aunque constantemente esté apuntando las cosas que no están buenas. Ya hablé sobre el dolor que me causaron los disturbios después de la final del mundial. Odio el clientelismo político y la grieta en la sociedad donde cada día estamos mas violentos, y es definitivo que no quiero que mi hijo crezca en el medio del odio, los ciclos económicos que dejan a la gente en la calle, los muertos por los cortes eléctricos y todos echándose la culpa unos a otros de como estamos y hacia donde vamos pero no haciendo nada para cambiar ese destino inevitable.
Todos aquellos que viven diciendo que los que nos vamos tiramos la toalla, sepan que Comunidad IT seguirá funcionando y mas fuerte que nunca conmigo como presidente a la distancia, que L2Systems seguirá trayendo trabajo desde afuera y que mis proyectos no se truncan solo por el hecho de no esta físicamente 12 meses al año acá. Pero también sepan que no puedo vivir quejándome de mi nivel de estrés por vivir entre esta violencia sin tomar acciones. Y a la política definitivamente no me voy a dedicar porque no creo que desde ese lugar se puedan cambiar realmente las cosas.
Me siento en cierta forma como mis tatarabuelos que vinieron a la Argentina escapando de los pogroms, buscando un nuevo porvenir. Argentina fue muy generosa con ellos y yo no tendría todo lo que tengo de no ser por ello. Y estoy eternamente agradecido y por eso siempre pelearé por mejorar lo que pueda. Pero no por una quijotada propia puedo hacer que mi hijo viva sin poder caminar 5 cuadras por la calle sin saber si le clavaran un cuchillo para robarle la mochila (y no exagero, ha pasado por casa).
Es muy duro el saber que uno tiene fecha de vencimiento en su propio país. Es muy duro saber que hay personas que lo quieren a uno y a su familia y que están haciendo el duelo de la mejor manera posible y uno sufre porque piensa que está lastimando libremente a otras personas. Uno es egoísta al pensar que se quiere llevar a todos sus afectos. Obvio que lo hago para para tenerlos cerca. Obvio que necesito mi red de contención. Pero entiendo que si nos vamos todos no hay forma de que esto algún día cambie. Y quizás estoy siendo un cobarde yéndome, pero no me resigno a condenar a mi descendencia a vivir así en caso de que nada cambie. Intentaré darles todas las posibilidades a mis hijos y que luego ellos decidan donde quieren vivir. Mis viejos me dieron todas las herramientas, y yo hoy elijo darle algunas mas a Noah.
Son meses revolucionados en mi cabeza. Con mucho dolor y esperanza. Con mucha tristeza y felicidad. Deseando que mi cabeza aguante lo suficiente para llevar a cabo todo lo que tengo que hacer.
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