Light

La vida y todo lo que nos rodea nos llevan muchas veces a oscurecer nuestras vidas. Sé por ejemplo que me he dejado influenciar en los últimos meses por temas políticos, por la situación del país, el mundo y las dificultades que cada día uno se encuentra.

Se me hace difícil separarme del entorno y poder vivir en mi cabeza, donde tengo bien en claro lo que quiero hacer, lograr, y como hacerlo. Pero lo cierto es que cuanto más nos acercamos a nuestro lado oscuro también hacemos sombra sobre la gente que nos rodea, y el mal que generamos excede el de lastimarnos a nosotros mismos para tener un impacto negativo mayor del que pensábamos.

Es cierto que cada uno es dueño de su vida, y responsable por sus decisiones, y que no podemos pegarnos en la espalda por las decisiones ajenas de estar influenciados por nuestras acciones, pero también es cierto que no podemos comportarnos de manera egoísta sin pensar en los que estamos lastimando.

En el viaje que hicimos con Sol recorrimos lugares llenos de muerte y vida. Recorrimos países donde el mal arrasó con todo, y que hoy son un ejemplo de celebración de la vida. Pasamos por Berlín, con preconceptos sobre la sociedad alemana, y nos encontramos con un pueblo que recuerda los horrores cometidos, y el daño que hicieron, y hoy en día se hacen cargo de todo el dolor que generaron y eso los hace estar mas atentos porque la menor decisión (como el votar a un político determinado) se puede convertir en un holocausto de proporciones inimaginables.

Estuvimos en Auschwitz-Birkenau y en Sachsenhausen, pero también en Amsterdam en la coronación de William y Máxima. Estuvimos en lugares sembrados de muerte y en celebraciones de la vida. Y es por eso que uno debe hacerse cargo de sus propios errores y de la oscuridad que genera y buscar brillar. Uno nunca debe dejar de buscar brillar. Vivimos lastimando, uno siempre comete errores, pero lo importante es intentar redimirse.

Nuestros políticos y sus amigos pueden dormir tranquilos a pesar de estar matando un pueblo. Pueden robar millones y llamarlo la década ganada, pero nosotros no podemos dejarnos llevar por eso. Ya cometimos el error de votarlos, y las consecuencias serán gravísimas, pero no por eso debemos darnos por vencidos y esparcir nuestros errores a nuestros afectos o gente que nos rodea, sino siempre intentar ser mejores personas. Si nos rendimos no solo nos estamos fallando a nosotros sino también a la gente que mucho o poco nos necesitan bien.

Les dejo dos fotos que contrastan demostrando la vida y la muerte, y está en cada uno decidir que camino toma.



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