Bloqueo
Me está pasando que por motivos laborales me encuentro con pocas palabras para escribir. Tengo un cansancio mental tan grande ultimamente que al momento de sentarme a volcar mis pensamientos, se me pone la mente en blanco.
Si me pongo a recordar, debería tener motivos de sobra para escribir: el asesinato de Ángeles Rawson, el veto a la modificación del Consejo de la Magistratura, el nuevo choque del Sarmiento, y también cosas buenas, como los nuevos cursos de Comunidad IT que empezamos en 10 días, los proyectos laborales, la nueva página de L2Systems (www.l2systems.com), y otras yerbas.
El otro día estaba hablando con mis personas cercanas sobre el agotamiento mental que sufro. Me encontré un día completamente drenado, sin saber que era lo que tenía que hacer, y comencé a hacer una lista de todas las cuestiones laborales que ocupan un espacio de mi mente en este momento (sin contar las banalidades como el pago de cuentas, los problemas personales, de salud, etc) y al finalizar logré contabilizar la nada despreciable suma de 38!!!!! cosas.
Cómo puede uno vivir relajado o hacer que todas esas cosas fluyan naturalmente y avancen (o mueran, da lo mismo)? Mi papá me dijo que este era mi momento en la vida para poder llevar adelante todo eso. Que es cuando uno tiene sus facultades mentales a pleno, sumando la experiencia, y que es el instante de la vida para quemar las naves. Mi respuesta a eso solo puede ser que no hay necesidad de quemarnos la cabeza solo porque es el momento para hacerlo. Tener todas nuestras facultades no significa que debamos utilizarlas si eso implica llevarnos al extremo todos los días.
Comparemos el esfuerzo mental que se plantea con el hecho de estar en una óptima forma física. Que hoy en día tengamos el estado físico para correr 40km (ya quisiera), no significa que debamos correr esa distancia todos los días solo por el hecho de que podemos. Creo que eso eventualmente nos pasa factura en algún momento no muy lejano. Veamos de que tamaño nos queda el corazón si hacemos ese ejercicio, o como nos quedan las rodillas, o la columna. Debemos también cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. Ejercitarnos no significa excedernos. Aprendí eso cuando subí al Aconcagua (hasta donde pude). Llega un momento donde debemos ser conscientes de que pasar una cierta línea es autodestructivo.
Tengo muchas opiniones sobre lo que ha estado pasando las últimas semanas, y no sé si expresarlas porque en general cuando uno está agotado tiende a ser mas pesimista que de costumbre, y a pesar de que tengo de tanto en tanto una visión negativa, prefiero transmitir siempre la idea de que al final de todo, con esfuerzo, los problemas se pueden sortear y cosas increíbles se pueden lograr. Pero como siempre, sepamos hasta donde hacer ese esfuerzo y no intentemos realizarlo todo junto en 3 horas, sino dosificarlo, estirándolo en el tiempo para alcanzar el mismo objetivo sin rompernos.
Los dejo por ahora, mientras me dedico unos días a tachar cosas de mi lista (y de mi cabeza), esperando poder volver a tener palabras para describir lo que me rodea de forma que a alguien le sirva.
Abrazo de quemado
Si me pongo a recordar, debería tener motivos de sobra para escribir: el asesinato de Ángeles Rawson, el veto a la modificación del Consejo de la Magistratura, el nuevo choque del Sarmiento, y también cosas buenas, como los nuevos cursos de Comunidad IT que empezamos en 10 días, los proyectos laborales, la nueva página de L2Systems (www.l2systems.com), y otras yerbas.
El otro día estaba hablando con mis personas cercanas sobre el agotamiento mental que sufro. Me encontré un día completamente drenado, sin saber que era lo que tenía que hacer, y comencé a hacer una lista de todas las cuestiones laborales que ocupan un espacio de mi mente en este momento (sin contar las banalidades como el pago de cuentas, los problemas personales, de salud, etc) y al finalizar logré contabilizar la nada despreciable suma de 38!!!!! cosas.
Cómo puede uno vivir relajado o hacer que todas esas cosas fluyan naturalmente y avancen (o mueran, da lo mismo)? Mi papá me dijo que este era mi momento en la vida para poder llevar adelante todo eso. Que es cuando uno tiene sus facultades mentales a pleno, sumando la experiencia, y que es el instante de la vida para quemar las naves. Mi respuesta a eso solo puede ser que no hay necesidad de quemarnos la cabeza solo porque es el momento para hacerlo. Tener todas nuestras facultades no significa que debamos utilizarlas si eso implica llevarnos al extremo todos los días.
Comparemos el esfuerzo mental que se plantea con el hecho de estar en una óptima forma física. Que hoy en día tengamos el estado físico para correr 40km (ya quisiera), no significa que debamos correr esa distancia todos los días solo por el hecho de que podemos. Creo que eso eventualmente nos pasa factura en algún momento no muy lejano. Veamos de que tamaño nos queda el corazón si hacemos ese ejercicio, o como nos quedan las rodillas, o la columna. Debemos también cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. Ejercitarnos no significa excedernos. Aprendí eso cuando subí al Aconcagua (hasta donde pude). Llega un momento donde debemos ser conscientes de que pasar una cierta línea es autodestructivo.
Tengo muchas opiniones sobre lo que ha estado pasando las últimas semanas, y no sé si expresarlas porque en general cuando uno está agotado tiende a ser mas pesimista que de costumbre, y a pesar de que tengo de tanto en tanto una visión negativa, prefiero transmitir siempre la idea de que al final de todo, con esfuerzo, los problemas se pueden sortear y cosas increíbles se pueden lograr. Pero como siempre, sepamos hasta donde hacer ese esfuerzo y no intentemos realizarlo todo junto en 3 horas, sino dosificarlo, estirándolo en el tiempo para alcanzar el mismo objetivo sin rompernos.
Los dejo por ahora, mientras me dedico unos días a tachar cosas de mi lista (y de mi cabeza), esperando poder volver a tener palabras para describir lo que me rodea de forma que a alguien le sirva.
Abrazo de quemado
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