Cambia, todo cambia

Hago un mea culpa de que las últimas dos semanas no escribí como me hubiese gustado. Desde que terminé la Rebelión de Atlas que busco no solo la capacidad para entender sino también para aceptar y seguir adelante, cambiando lo que se pueda.

Comencé a leer un nuevo libro que habla sobre una primera etapa en la vida donde uno debe lograr desarrollar determinadas capacidades para ser independiente y luego lograr una interdependencia constructiva, buscando la mejora constante. De igual manera, en ese camino de mejora uno no puede dejarse influenciar en demasía por los distintos aspectos de la vida, pudiendo en general, fácilmente, enfocarnos en alguno de los aspectos que les cuento a continuación y que nos hacen vivir infelices:

• Si uno se centra en su pareja:
• Nuestra autoestima se basa en como nos trata nuestra pareja
• Somos vulnerables a los cambios de humor de nuestra pareja
• Nuestras decisiones se basan en las que toma nuestra pareja
• Nuestra perspectiva de la vida está basada en las cosas que influencian a nuestra pareja o a nuestra relación
• Si nuestro centro es el dinero o el trabajo:
• Nuestro valor se determina por nuestro dinero
• Somos vulnerables a lo que amenace nuestro bienestar económico
• Nos definimos por nuestro rol de trabajo
• Somos felices solo cuando trabajamos
• Vivimos comparándonos con lo que otros tienen
• El dinero y el trabajo son nuestro únicos factores de toma de decisiones
• Si nuestro centro son los amigos o los grupos sociales:
• Vivimos mirando de reojo nuestra posición social y lo que otros opinan
• Tomamos decisiones pensando en lo que otros dirán
• Vivimos con vergüenza de todo lo que hacemos
• Lo que hacemos cambia con tanta frecuencia como las opiniones de otros
• Si nuestro centro somos nosotros mismos:
• Cambiamos constantemente
• Nuestro criterio de toma de decisiones se basa solamente en lo que uno quiere o siente
• Estamos limitados a accionar con nuestras propias herramientas solamente.

La vida nos presenta una infinidad de situaciones y uno en general decide su manera de enfrentarlas con distintas visiones de la solución. No existe una manera de encarar las circunstancias que sea correcta, pero tampoco lo es usar las mismas herramientas en toda situación. Existe el dicho de que cuando con lo único que se cuenta es un martillo todos los problemas son clavos, y cuando uno tiende a ver todo como clavos, claramente estamos teniendo una mirada muy acotada de la vida.

Existe un paradigma es basado en los propios principios, que nos permite abordar las cosas con una mirada mas integradora, poniendo como centro nuestras propias creencias y valores, lo cual nos da una fortaleza enorme que nos permite superar los obstáculos con un sentimiento de integridad que quizás de otra manera no tendríamos. Cuando nos basamos en nuestros principios podemos entendernos a nosotros mismos y el porqué de la toma de nuestras decisiones, nuestra confianza se basa en esos valores que no cambian, sin importar las circunstancias externas. Podemos ver el mundo con la perspectiva de darnos cuenta de que es lo que podemos hacer por otros y por todo lo que nos rodea, porque dado que quienes somos internamente no cambia, y eso se traduce también en la capacidad de liderar a otros con nuestros valores como estandarte.

Uno no debe pensar que las cosas o comportamientos no cambian a lo largo e nuestra vida, pero determinados principios y valores, una vez adquiridos, rara vez cambian, y se convierten en la piedra fundamental que nos mueve hacia alcanzar otros objetivos sin depender tanto de los factores que nos rodean. Pero para lograr esto, primero se debe alcanzar una introspección que nos permita precisamente entender cuales son nuestros valores y principios, para luego volcarlos a las acciones correspondientes en todo lo que decidamos encarar.

Creo que me puse un poco demasiado académico o filosófico hoy, pero dentro de las cosas que si cambiamos está la manera en que decidimos encarar la vida, y está en nosotros hacerlo alineados con lo que creemos o hacerlo como nos salga, sin importar si nos estamos traicionando a nosotros mismos.