Universos Paralelos
Empecé a leer un libro muy recomendable hasta ahora: "Founders At Work". Como siempre me pasa, me hizo pensar, lo cual ya no estoy seguro que sea una buena idea.
Desde que comencé a emprender me fui ocupando de distintas situaciones y problemas. Lo primero siempre es sobrevivir, conseguir los clientes, estabilizar las finanzas, y empezar a pensar estrategias. De mas está decir que, para los que estamos en IT, la primera tentación es hacer desarrollos a medida, ser un programador free lance a gran escala. No todos se plantean la posibilidad de desarrollar un producto, algo que nos dé una ventaja a largo plazo, y la razón es que para ello hay que tener una idea, y no solamente dedicarse a ejecutar las de otros.
En una segunda instancia, ya sobreviviendo, con un plan, con una luz en el camino, uno tiene que ver como ejecutar esa idea. Eso implica distintas cosas, según lo que se quiera hacer: dinero, sumar gente al proyecto, o simplemente tener una red de contactos que nos ayude a llevar esto a cabo. Y he aquí donde me encuentro en la actualidad. Y he aquí lo que me desvela.
Uno lee historia de emprendedores (acabo de leer la de Max Levchin, de PayPal) o escucha a emprendedores locales y se encuentra con dos universos paralelos en los cuales nada de lo que se vive en uno pareciera funcionar en el otro...o casi nada. Dicen que estar en el right place, right time, lo es todo, y al menos desde lo empírico, pareciera ser cierto. Mientras uno lee que emprendedores fundaron PayPal, Google, eBay o lo que sea mediante apoyo externo, venture capitals, o inversores ángeles, que confiaban en la persona o grupo que tenía una idea, se encuentra con la realidad de países como el nuestro, en el cual aquellos que quieren hacer algo deben hacer uso y abuso de sus amistades, sus familias o quien tengan a mano para poder recaudar suficiente dinero para no ser parte de ese 70% de emprendedores que mueren en el primer año.
Tuve la suerte de escuchar a muchos, y leer a tantos otros. Gente con grandes ideas, ganadores de concursos, productos totalmente innovadores y con un potencial mercado enorme que no reciben ningún tipo de apoyo, económico o de los otros. Gente que ha tenido que hacer su propio camino para sobrevivir, conjugando estretegias de corto y largo plazo para poder mantener vivos sus sueños, a cambio de una menor dedicación a los mismos.
Puede ser que durante la burbuja de internet en el año 2000 esto fuera distinto en países emergentes? Que alguien pusiese dinero a ojos cerrados solo por el hecho de quien presentaba el caso parecía dispuesto a todo para llevar al éxito esa inversión? No lo creo. Creo que por la misma cultura que tenemos siempre apostamos a los resultados a corto plazo, y no a un proceso que nos lleve a una real revolución de los paradigmas actuales.
Tenemos que plantearnos en algún momento si vamos a estar dispuestos a apoyar a aquellos que sueñan, aunque no saquemos rédito de ello, no dejándolos a la buena del apoyo de sus familiares y amigos, para poder madurar como sociedad y alcanzar éxitos como equipo, y no como esfuerzos individuales de supervivencia.
Desde que comencé a emprender me fui ocupando de distintas situaciones y problemas. Lo primero siempre es sobrevivir, conseguir los clientes, estabilizar las finanzas, y empezar a pensar estrategias. De mas está decir que, para los que estamos en IT, la primera tentación es hacer desarrollos a medida, ser un programador free lance a gran escala. No todos se plantean la posibilidad de desarrollar un producto, algo que nos dé una ventaja a largo plazo, y la razón es que para ello hay que tener una idea, y no solamente dedicarse a ejecutar las de otros.
En una segunda instancia, ya sobreviviendo, con un plan, con una luz en el camino, uno tiene que ver como ejecutar esa idea. Eso implica distintas cosas, según lo que se quiera hacer: dinero, sumar gente al proyecto, o simplemente tener una red de contactos que nos ayude a llevar esto a cabo. Y he aquí donde me encuentro en la actualidad. Y he aquí lo que me desvela.
Uno lee historia de emprendedores (acabo de leer la de Max Levchin, de PayPal) o escucha a emprendedores locales y se encuentra con dos universos paralelos en los cuales nada de lo que se vive en uno pareciera funcionar en el otro...o casi nada. Dicen que estar en el right place, right time, lo es todo, y al menos desde lo empírico, pareciera ser cierto. Mientras uno lee que emprendedores fundaron PayPal, Google, eBay o lo que sea mediante apoyo externo, venture capitals, o inversores ángeles, que confiaban en la persona o grupo que tenía una idea, se encuentra con la realidad de países como el nuestro, en el cual aquellos que quieren hacer algo deben hacer uso y abuso de sus amistades, sus familias o quien tengan a mano para poder recaudar suficiente dinero para no ser parte de ese 70% de emprendedores que mueren en el primer año.
Tuve la suerte de escuchar a muchos, y leer a tantos otros. Gente con grandes ideas, ganadores de concursos, productos totalmente innovadores y con un potencial mercado enorme que no reciben ningún tipo de apoyo, económico o de los otros. Gente que ha tenido que hacer su propio camino para sobrevivir, conjugando estretegias de corto y largo plazo para poder mantener vivos sus sueños, a cambio de una menor dedicación a los mismos.
Puede ser que durante la burbuja de internet en el año 2000 esto fuera distinto en países emergentes? Que alguien pusiese dinero a ojos cerrados solo por el hecho de quien presentaba el caso parecía dispuesto a todo para llevar al éxito esa inversión? No lo creo. Creo que por la misma cultura que tenemos siempre apostamos a los resultados a corto plazo, y no a un proceso que nos lleve a una real revolución de los paradigmas actuales.
Tenemos que plantearnos en algún momento si vamos a estar dispuestos a apoyar a aquellos que sueñan, aunque no saquemos rédito de ello, no dejándolos a la buena del apoyo de sus familiares y amigos, para poder madurar como sociedad y alcanzar éxitos como equipo, y no como esfuerzos individuales de supervivencia.
Es una constante de nuestra cultura pensar a corto plazo. Algo que inevitablemente no creo que vaya a cambiar, por lo menos mientras que tenga los pies en la tierra.
ReplyDelete