Movilidad Social Ascendente
Según Wikipedia, la movilidad social está vinculada a la teoría de las clases sociales y a la teoría de la meritocracia y consiste en los movimientos o desplazamientos que efectúan los individuos, las familias o los grupos dentro de un determinado sistema socioeconómico. Existen dos tipos, la horizontal, y la vertical.
La movilidad vertical puede ser descendente o ascendente. Se refiere al cambio de una clase a otra. Un obrero de baja cualificación que promociona a un puesto superior de obrero cualificado o de capataz; o el hijo de un campesino que accede a estudios universitarios y se convierte en médico o abogado, ascienden (ascenso social).
Una vez definido el concepto, me permito recordar que países como Argentina, y otros que han recibido una fuerte inmigración, se destacan por haber tenido una movilidad social ascendente notable a lo largo de los años. La Argentina se formó en distintas épocas con oleadas inmigratorias de personas que llegaban con una mano delante y otra atrás y se esforzaban en los campos, o creando negocios locales para poder brindarles una mejor vida a sus hijos y nietos. Me refiero a inmigrantes españoles, italianos, rusos y de todas las nacionalidad y colores que se puedan imaginar. Sin ir mas lejos, todos mis bisabuelos y tatarabuelos venían de la zona de Besarabia y de lo que hoy es Ucrania, escapando de los pogroms del antiguo imperio ruso, sin un centavo, y se acentaron en distintos lugares del interior de la Argentina, en busca de un futuro mejor.
Algunos de mis familiares que están aún en el interior, ya sea en ciudad o campos, fueron asentándose como la clase media Argentina, así como también lo hicimos los que estamos en la Ciudad de Buenos Aires. Salvando distancias, costumbres y culturas, a muchos de los que leen esto la historia les resultará familiar, porque salvo determinados detalles, tenemos muchos puntos en común.
Uno debe reconocer que Argentina también fue la tierra de oportunidades para varias generaciones, y que muchos de nosotros estamos en la situación que estamos por la sangre, sudor y lágrimas derramadas con esfuerzo por nuestros antecesores. Siempre hablo de mis viejos, pero mis abuelos, bisabuelos y otros también se partieron el lomo para que su descendencia tenga un pasar mejor.
Por qué traigo a colación esto? En Comunidad IT, sin contar los dos cursos que estamos haciendo ahora, 48 chicos terminaron los cursos, de los cuales 33 consiguieron trabajo. Obviamente que eso me llena de alegría y orgullo, y mas aún debería llenarlos a los que efectivamente se egresaron. Esas 33 personas probablemente tendrán un impacto en sus familias, logrando mejores ingresos, acostumbrándose al esfuerzo que implica trabajar, y entendiendo lo importante que es desarrollar el intelecto.
Sin embargo, esas 33 personas mas todos a los que impactan, son solo un grano de arena en una playa enorme que queda de gente que está desarrollando una movilidad social descendente, o que en el mejor de los casos tendrá una movilidad social ascendente ficticia, dado que serán gerentes, jefes o capataces no por mérito propio sino por no existir una mejor opción en el mercado. Esto es algo que no noto solo yo, sino también docentes secundarios y universitarios amigos, o trabajadores sociales con los cuales uno interactúa en el día a día. Lo escucho también en algunos ministerios en los cuales he tenido reuniones, donde todos los planes sociales que desarrollan están nivelados hacia abajo porque saben que la gente ha involucionado en estos últimos años.
La movilidad ascendente no se dá solamente por los mayores ingresos, o por tener un mejor título, sino por el desarrollo de una educación y una cultura. Y eso es precisamente lo que nos hemos dedicado a destruir sistemáticamente en estos años. No digo que sea un mal exclusivo de la Argentina, pero es notorio como de ser el faro cultural de América Latina nos hemos transformado en esto que somos hoy.
Habrá quienes me dirán que estoy equivocado, que se están haciendo muchos planes para paliar esta situación, y que seguimos siendo buenos y solidarios en el fondo. Y probablemente en algunos casos tengan razón, pero observen con un poco mas de detenimiento la generación de chicos que se está egresando en este momento de las universidades, o de aquellos chicos que están en el secundario, y diganmé con una mano en el corazón que no creen que cuando uno estaba en la escuela las cosas no estaban mejor.
Sigo insistiendo: si cada uno de nosotros ponemos nuestro grano de arena, eventualmente una parte mayor de la plaza se llenará de elementos mejores, pero esto no deja de ser esfuerzos aislados. Eventualmente nos tendremos que dar cuenta que se necesita un esfuerzo mancomunado para dar un golpe de timón y no sé si quienes nos dirigen están interesados en esto. En caso de que así sea, nos tendremos que hacer a la idea de que si bien podemos vivir bien en este país, ese vivir bien significará acostumbrarnos y resignarnos a que hay cosas que nunca funcionarán bien. Deberemos saber que sin educación no hay seguridad, ni trabajo calificado, ni desarollo de capacidad intelectual de ningún tipo.
Empecemos a exigir algún tipo de cambio si nos interesa que las cosas cambien. Pero también empecemos a predicar con el ejemplo. Cuando empecé Comunidad IT pensaba que si 5 chicos conseguín trabajo el esfuerzo habría valido la pena. Y hoy con 33 me doy cuenta de que necesito conseguir cientos mas para lograr lo que vengo soñando hace años. No sé si llegaré a completar la tarea, pero por lo menos no me voy a rendir antes de empezar.
Estén en el país que estén, con la situación que sea, nunca dejen de agitar el avispero, porque el mundo es uno y si todos crecemos generaremos un mejor lugar para vivir.
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